En la década de los años 40, nació un legado familiar que perdura hasta hoy. Manolo González y su esposa Pepucha Acevedo, iniciaron la saga familiar abriendo su primer establecimiento en Ferrol, dando vida a la primera generación de los Acevedo en el mundo empresarial. Este emprendimiento no solo marcó el comienzo de una historia de éxito, sino que también sembró la semilla del buen gusto y la apreciación por la decoración, el diseño de mobiliario y el arte de elegir regalos con significado.